Abd El Krim luchó contra España "forzado por las circunstancias"
La historiadora María Rosa de Madariaga durante la entrevista que ha concedido a EFE con motivo de la presentación de su libro "Abd El Krim El Jatabi. La lucha por la independencia"
EFE - Madrid - 09/12/2009
El caudillo rifeño Abd El Krim, que libró una cruenta guerra colonial contra España y Francia en los años 20 del siglo XX, luchó contra los españoles "forzado por las circunstancias", según la historiadora María Rosa de Madariaga, que acaba de publicar un libro sobre el personaje.
En entrevista con Efe, Madariaga, que presenta hoy en la Casa Árabe su libro "Abd El Krim El Jatabi. La lucha por la independencia", afirmó que el líder rifeño quería "una colaboración con España, pero no una ocupación militar", como la que se estaba llevando a cabo en el entonces Protectorado español de Marruecos, que se extendía por la parte septentrional de dicho país.
De hecho, sostiene la autora, Abd El Krim "estaba muy bien considerado y era muy apreciado por sus superiores" en los años en que colaboró directamente con la administración española, previos al conocido como "Desastre de Annual" (1921), cuando las cabilas rifeñas diezmaron a buena parte de las fuerzas coloniales españolas, lo que causó una conmoción sin precedentes en España.
La lucha de Abd El Krim concluye en 1926 tras el desembarco hispano-francés en la bahía de Alhucemas, tras el que fue hecho prisionero por los franceses y confinado en la isla de la Reunión, donde permaneció hasta 1947, cuando se exilió en El Cairo.
El caudillo rifeño era un hombre "muy inteligente, amante del progreso", afirma Madariaga, quien es arabista y doctora en Historia por la Universidad de París I, y ha sido durante muchos años funcionaria de la UNESCO.
En este sentido, Madariaga destaca que, en principio, Abd El Krim no se oponía a la presencia colonial española, entendida como un factor de modernización muy necesario para sacar al Rif, y a Marruecos en general, del atraso.
Sin embargo, precisa la historiadora, los términos se invirtieron en Marruecos, donde la colaboración con España que tanto deseaba Abd El Krim dio paso "a una ocupación militar", en la que la población autóctona resultó claramente desfavorecida.
La historiadora María Rosa de Madariaga durante la entrevista que ha concedido a EFE con motivo de la presentación de su libro "Abd El Krim El Jatabi. La lucha por la independencia"
EFE - Madrid - 09/12/2009
El caudillo rifeño Abd El Krim, que libró una cruenta guerra colonial contra España y Francia en los años 20 del siglo XX, luchó contra los españoles "forzado por las circunstancias", según la historiadora María Rosa de Madariaga, que acaba de publicar un libro sobre el personaje.
En entrevista con Efe, Madariaga, que presenta hoy en la Casa Árabe su libro "Abd El Krim El Jatabi. La lucha por la independencia", afirmó que el líder rifeño quería "una colaboración con España, pero no una ocupación militar", como la que se estaba llevando a cabo en el entonces Protectorado español de Marruecos, que se extendía por la parte septentrional de dicho país.
De hecho, sostiene la autora, Abd El Krim "estaba muy bien considerado y era muy apreciado por sus superiores" en los años en que colaboró directamente con la administración española, previos al conocido como "Desastre de Annual" (1921), cuando las cabilas rifeñas diezmaron a buena parte de las fuerzas coloniales españolas, lo que causó una conmoción sin precedentes en España.
La lucha de Abd El Krim concluye en 1926 tras el desembarco hispano-francés en la bahía de Alhucemas, tras el que fue hecho prisionero por los franceses y confinado en la isla de la Reunión, donde permaneció hasta 1947, cuando se exilió en El Cairo.
El caudillo rifeño era un hombre "muy inteligente, amante del progreso", afirma Madariaga, quien es arabista y doctora en Historia por la Universidad de París I, y ha sido durante muchos años funcionaria de la UNESCO.
En este sentido, Madariaga destaca que, en principio, Abd El Krim no se oponía a la presencia colonial española, entendida como un factor de modernización muy necesario para sacar al Rif, y a Marruecos en general, del atraso.
Sin embargo, precisa la historiadora, los términos se invirtieron en Marruecos, donde la colaboración con España que tanto deseaba Abd El Krim dio paso "a una ocupación militar", en la que la población autóctona resultó claramente desfavorecida.
"Abd El Krim tenía amigos incluso entre los militares españoles; lo que no le gustaba era la actitud de ciertos cuadros que miraban con desprecio a los marroquíes", dijo Madariaga.
En relación con Francia, la otra potencia que se repartía con España el dominio del territorio de Marruecos, la historiadora señaló que el líder rifeño "tenía sentimientos encontrados: por un lado admiraba el país de la Revolución, de la libertad, la igualdad y la fraternidad; pero, por otra parte, se oponía a la Francia colonial."
"Abd El Krim fue el primer sorprendido por el desastre de Annual", apunta Madariaga, quien subraya que, contra lo que se ha indicado en algunas ocasiones, "no era un separatista rifeño", sino que veía en el movimiento nacionalista armado del Rif "el primer paso hacia la independencia de todo Marruecos y, por extensión, del Magreb, con la implicación de Argelia y Túnez".
Esta lucha se dirigía contra el colonialismo, muy particularmente contra el colonialismo francés, del que -según sostiene Madariaga- el propio sultán de Marruecos llegó a ser "un rehén", dado que incluso en cierto momento se opuso a las pretensiones independentistas de Abd El Krim.
De hecho, según reconoce Madariaga, las relaciones entre Abd El Krim y el Sultán de Marruecos (quien luego con la independencia sería el rey Mohamed V, abuelo del actual monarca Mohamed VI) "no siempre fueron excelentes. Hubo sus más y sus menos y, sobre todo, había muy malas relaciones con el partido nacionalista Istiqlal", que pretendía ser el motor del independentismo marroquí.
Madariaga afirma que tras la independencia de Marruecos, en 1956, Abd El Krim, quien desde 1947 vivía exiliado en El Cairo, no quiso regresar a su país, pues consideraba que el monarca "había pasado de ser un rehén de los franceses a ser un rehén del Istiqlal".
Hoy en día, destaca Madariaga, "han mejorado las relaciones" entre el Rif y el círculo de poder en Rabat (lo que en árabe se conoce como el "Majzén") y, de hecho, el actual monarca alauí Mohamed VI ha expresado su preocupación por las provincias del norte.
En la actualidad, "en Marruecos está perfectamente asumido hoy en día el papel que Abd El Krim desempeñó para la consecución de la independencia", manifestó Madariaga.
Fotografías:
Las imágenes que ilustran esta información fueron facilitadas por Nicolás Rodríguez López, sobrino del capitán Cándido López Castillejos, al investigador melillense José Marqués López, quien a su vez las cedió a la Sra. María Rosa de Madariaga. Apareciendo una de ellas en el primer cuadernillo gráfico de su último libro, “Abd El Krim, El Jatabi. La lucha por la independencia”.
Las fotos fueron tomadas el 11 de octubre de 1918, y tal como recoge en sus páginas el diario melillense “El Telegrama del Rif” el 12 de octubre de 1918: “Ayer…tuvo lugar la apertura del curso de la Academia Oficial de Árabe, presidiendo el general Monteverde. En el estrado tomaron asiento el director de la Academia, coronel de E.M. don Juan Gil; los profesores de la misma coronel José Riquelme; intérpretes don Francisco Marín y don Bonifacio Gómez; capitán don Cándido López Castillejos; Kadi Kodat de la Oficina Central Indígena Si Mohamed Abd el Kim, y el profesor secretario comandante don Salvador Vilá…”.
Las fotos fueron tomadas el 11 de octubre de 1918, y tal como recoge en sus páginas el diario melillense “El Telegrama del Rif” el 12 de octubre de 1918: “Ayer…tuvo lugar la apertura del curso de la Academia Oficial de Árabe, presidiendo el general Monteverde. En el estrado tomaron asiento el director de la Academia, coronel de E.M. don Juan Gil; los profesores de la misma coronel José Riquelme; intérpretes don Francisco Marín y don Bonifacio Gómez; capitán don Cándido López Castillejos; Kadi Kodat de la Oficina Central Indígena Si Mohamed Abd el Kim, y el profesor secretario comandante don Salvador Vilá…”.